martes, 18 de febrero de 2014

COMENTARIOS SOBRE LA CONMEMORACIÓN DEL 12 DE OCTUBRE

En memoria de quienes partieron esperando mejores tiempos para todos...

Con el tiempo fui aprendiendo que la historia se compone de múltiples historias. Según cuentan en la historia oficial, en 1492 fue el descubrimiento del nuevo mundo, el encuentro de civilizaciones. Otra mirada afirma que fue la expansión del mercantilismo o el colonialismo de las potencias marítimas y comerciales de ese entonces. Desde la iglesia afirman que se llevó la fe a otros rincones del mundo para salvar almas irremediablemente perdidas del reino de dios.

Quinientos veintiún años después de esa fecha oficial, sabemos que la historia de hoy está permeada por nombres, términos,alimentos y costumbres heredadas de nuestros ancestros. Hoy, en Colombia, somos una mezcla resultante de lo africano, lo aborigen de estas tierras y los foráneos que llegaron accidentalmente.

A pesar de la negación de la nación colombiana como mestiza, no puede ella dejar de usar expresiones de civilizaciones perdidas,los alimentos tradicionales son consumidos como una creación original, la diversidad de culturas y lenguas que se mantuvieron en el tiempo son mostradas con orgullo por la historia oficial y los organismos gubernamentales. Desde nuestra cultura wayuu, hemos aportado a la nación colombiana, mestiza ella,nuestro sistema normativo como aporte a la herencia cultural de la humanidad y muchas otras expresiones que estamos dispuestos a compartir en el marco de un dialogo intercultural.

Contrasta lo anterior con la posición de la dirigencia indígena que sigue repitiendo los trillados conceptos de “Resistencia”,“Pervivencia” y “Pueblo” (este último para beneplácito de organismos internacionales),en todo evento que se realice por estas fechas. Lo que debería ser un espacio para recordar con rituales propios a nuestros ancestros próximos y lejanos, se convierte en una letanía que con el paso de los años va perdiendo la profundidad de otros tiempos.

Mientras esto sucede, dirigentes y administradores indígenas que tienen en sus manos la oportunidad de mejorar las condiciones delos herederos de las diferentes naciones indígenas, siguen reproduciendo esquemas y sistemas que tanto se critica. Seguramente la historia nos quiere recordad que antes de la llegada de los españoles, también existían sociedades indígenas que explotaban de manera inclemente a sus pares (más débiles o pacíficos) en estas tierras.

Este 12 de octubre debería servir para hacer entender al liderazgo indígena de lo estúpido que suenan las mismas palabras de lamento en estos tiempos. Deberían comprender que el camino es retomar la herencia cultural de nuestros ancianos, para tender puentes que permitan hablar con el otro de manera respetuosa, humana y humanizante. Quizás sea el tiempo de hacer más propuestas y menos lamentos. Pienso que debemos recordar siempre a nuestros ancestros, buscar en la mirada del que sufre en estos tiempos, la mirada de dolor de aquellos que sembraron con su sangre la historia no contada de América;  pero también es tiempo de proponer lo mejor de nosotros para hacer de este mundo un mejor vividero (y de esto sabemos mucho).


Esta es mi palabra.


Ignacio M.Epinayu Pushaina