"A veces, el pobre niño sube hasta el fin de su montaña y desde allí divisa toda América y me llama." Jaime Reyes
domingo, 25 de noviembre de 2012
LOS WAYUU NO MORIREMOS POR REDUCCIÓN DE LAS REGALIAS: RESPUESTA A LOS QUE NO CUENTAN LA HISTORIA COMPLETA
IMÁGENES DEL RECIENTE VIAJE A LA TIERRA DE LOS YOLUJÁ
jueves, 12 de abril de 2012
EDUCACION, CIENCIA Y TECNOLOGIA, ESTRATEGIA PARA SALIR DE LA POBREZA: DE AMERICA LATINA A LA TIERRA DE LOS CHINITOS
A la seño Julia Rincón Márquez…
El siguiente escrito es el resultado de una atenta nota de la conferencia de Andrés Oppenheimer titulada “las claves para el desarrollo de América Latina”, realizada el 16 de febrero de este año.
Las naciones que han mejorado sus condiciones de desarrollo nacional, han construido modelos de desarrollo basados en la “paranoia constructiva”, es decir, son países viven pensando en que otros están mejor que ellos, tienen una visión periférica y miran lo que hacen los otros, mientras que los latinos vivimos en la complacencia, nos dicen que estamos bien y nos lo creemos, el 80% lo cree así y vivimos en la permanente negación de nuestra realidad. En plena economía de la información y del conocimiento, la materia prima son otras cosas diferentes a lo que hacemos: un campesino colombiano sólo recibe el 3% de los 2 dólares que vale una taza de café en Nueva York, mientras que el 97% se reciben por conceptos de marcas y patentes y vainas de marketing; en el caso las camisetas tipo polo de R. L., el campesino peruano que las fabrica recibe tan sólo el 8% de los 200 dólares que vale en una tienda de Miami. Los tratados de libre comercio fueron novedades de la globalización del mercado hace 15 años y nosotros lo celebramos con alborozo en nuestros días. Hoy día, los mercados se han hecho cada vez más pequeños (paradojas de la globalidad), no hay espacio para abrir nuevos mercados, por lo tanto es necesario crear nuevos y mejores productos, y ello sólo es posible si se invierte en educación, ciencia y tecnología.
Los países que han reducido la brecha de la inequidad han tomado la educación de calidad como una obsesión absoluta para mejorar los niveles de bienestar de sus habitantes, ellos tienen secciones de educación en sus periódicos; en el caso nuestro los periódicos hablan de lo efectivo que somos para matarnos entre nosotros, lo hábiles que son los pelaos (los Nule!), de las utilidades de las grande multinacionales, de la salud del vecino presidente, de la mascota del alcalde mayor o del cantante que celebrará el cumpleaño de Uribia.
En compresión de lectura, matemáticas y ciencias, en una lista de 67 países, Shangai y Corea del sur están en los primeros lugares, Estados unidos y Chile ocupan el puesto 17 y 44 respectivamente y Colombia se ubica en el honroso puesto 52. En una lista de las mejores universidades del mundo, en un listado de 190, no hay universidades Latinoamericanas en los primeros 100 lugares. Estados Unidos salió de la lista de los 10, Francia ocupó el puesto 40; la universidad de Sao Paulo (Brasil es la octava economía del mundo) ocupó el puesto 167 y la UNAM (México es la doceava economía del mundo) el puesto 190. Las reacciones: Obama puso el tema de la educación en las próximas metas del gobierno, en Francia la noticia se convirtió en tragedia nacional y en México salió la noticia de primera plana: “Somos los mejores de América Latina”. Por supuesto no faltarán los funcionarios de gobierno que digan que los estándares de medición están mal formulados o que la idiosincrasia de América Latina es diferente (“los chinitos tienen la mala costumbre de aumentar los índices de deserción escolar”)…
Mientras en las universidades que ocupan los primeros lugares están locos por registrar marcas y patentes (en un año: Corea del sur 12.500 patentes, Brasil 200, Colombia 9), los docentes en América Latina están obsesionados por publicar artículos y participar en eventos académicos. En estos mismos países el sistema educativo no es sólo responsabilidad de las escuelas, sino que es un proyecto en el que participan papás (y mamás!), abuelos (y abuelas!), manteniendo una cultura de educación familiar.
La educación, por lo tanto, no es un tema de estilos de gobierno, ni ideologías gobernantes (China, Singapur, Malaisia, Chile, Brasil, Finlandia, Francia, Corea del Sur, Japón, Canadá e India, sólo son similares en que le apostaron a la educación, la ciencia y la tecnología como motor del desarrollo nacional).
Más datos: en América Latina, el 57 % de los estudiantes estudia ciencias sociales (con abogados y médicos la cifra llega al 83%), y sólo el 17% lo hace en ingeniería; si es tan aburrido ser técnico, se requiere cambiar la imagen de los técnicos, los empresarios tienen la responsabilidad de fomentar las olimpiadas matemáticas y ciencias aplicadas en las escuelas.
El conflicto interno armado no debe ser excusa para no apostarle a la educación, ciencia y tecnología; algunos de los países analizados viven en situaciones más tensionantes que el nuestro: Corea del Sur vive asediada por su vecino del Norte y Cuba (omitida por el conferencista) sobrevive a pesar de un bloqueo de más de medio siglo…
Cuál es el camino?.
Primero. reconocer que estamos mal, o mejor reconocer que no estamos bien. No se trata de echarle la culpa a los test internacionales como excusa ante los resultados obtenidos en las diferentes evaluaciones (deberíamos decir “si otros pueden, nosotros también”). Es necesario hacer la transición de un modelo de educación conductista (alienante e instructivo) donde la premisa es la enseñanza (con gritos y cocotazos), a un modelo holístico donde el aprendizaje en diferentes ambientes (virtuales) sea la premisa fundamental.
Segundo. Tener visión periférica, es decir, hay que mirar lo que hacen (y como lo hacen) bien otros países, “no creer que hay países mejores que nosotros es un pasaporte al fracaso”. No se trata de copiar modelos, sino de adecuar modelos a nuestros modelos de desarrollo, a nuestra idiosincrasia, a nuestros agites y nuestras pausas; se trata de asimilar a nuestra manera las mejores prácticas.
Tercero. Romper el aislamiento educativo. Con tantas distancias acortadas por las tecnologías y las comunicaciones (un wayuu en Bogotá, Suiza o Noruega!!!), permanecer en el aislamiento y no hacer alianzas y convenios con otras instituciones nacionales e internacionales es un insulto a la señora globalización y una extrema miopía política de quienes lideran procesos educativos en el escenario local, regional y nacional. Se puede fortalecer lo local sin desconectarnos del mundo.
Cuarto. Formar buenos maestros. Por ejemplo en Finlandia los profesores son escogidos del 10% de los mejores puntajes de su promoción; en Singapur y Corea del Sur el porcentaje es del 5%, ser profesor en Corea es tener un buen estatus social. Es necesario hacer una mejor retribución en función del propio desempeño del docente, es decir, incrementar los ingresos del docente tomando como medida el incremento de la calidad de la educación en su propio salón, en su propia escuela, con el fin de democratizar el incremento de la calidad de la educación en el país.
Quinto: la solución no va a venir de los gobiernos y políticos, es un proyecto social, económico y político que trasciende a todo gobierno; puesto que debe ser un proceso de 10 a 15 años, la solución debe venir de la iniciativa de empresarios, los medios y personalidades influyentes. Brasil está dando un ejemplo de ello y en Manizales se está iniciando un proceso local, lo que muestra que las iniciativas de desarrollo local son muy importantes. Se requiere incorporar de manera urgente en la agenda nacional y local la cultura nacional de crecimiento educativo (con calidad, las cifras frías no dicen sino números). En Brasil, la educación pasó de ser octava a segunda preocupación en la agenda nacional y se adoptó como política de Estado, por presión de empresarios, medios de comunicación y personalidades.
Todo lo anterior nos debe llevar a profundas reflexiones, a dudar de que estamos bien, que así somos felices; implica dejar de pensarnos en tiempo pasado (sin negar nuestra identidad!), y admitir que no estamos bien, pero conscientes del potencial que tenemos (el biotipo wayuu, me dijo un candidato alíjuna). No se trata de copiar fielmente modelos, sino de aprender y aprehender las prácticas que se adecuen a nuestro entorno…
Mientras finalizo estas líneas me he enterado, por los medios, que se han perdido $132.000.000, cuyo destino inicial era garantizar la cobertura educativa del país (http://www.mineducacion.gov.co/cvn/1665/w3-article-297740.html). Al parecer estas irregularidades afectan el sistema educativo en la tierra de los chinitos…
…¡eso es lo que hay!
IGNACIO MANUEL EPINAYU PUSHAINA
Celular: 321 228 59 11
miércoles, 11 de enero de 2012
LA NACIÓN WAYUU: SEMILLAS MILENARIAS O DESCRIPCIONES DE LOS OTROS?
Realizando una rápida revisión de las publicaciones que conformarán la colección del Centro de Documentación de la Nación Wayuu (Nación Wayuu, sin apellido!), he identificado los principales términos con los cuales los otros y nosotros describimos a lo wayuu:
Pueblo wayuu (Onic, Martínez y Hernández, Donato, Luz; Gutierrez, Anny; Uriana, Remedios; ONU, Amodio, Emanuele; Castillo, Javier; Cerquera, Carlos; Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación; Colmenares, Ricardo; Fajardo, Remedios; Fuenmayor, Nila; Govea, Violeta; Mato, Daniel; Morillo, Alonso; Mussat, Héloïsse; Ortiz, Luisa; Patiño, Tania…); Nación guajira (Martínez y Hernández); Nación de bárbaros (Alcedo, Antonio de); Sociedad wayuu (Martínez y Hernández, Alarcón Puentes, Johnny; Carrasquero, Angela; Cerquera, Carlos; Epinayu, Ignacio; Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación; Delgado y Mercado; Guerra, Weildler; Finol, José; Fuenmayor, Nila; Morales, Edixa; García Gavidia, Nelly; Moreno Blanco, Juan; Nájera, Mildred; Paz Reverol, Carmen; Segovia, Yanet…); Comunidad Binacional Wayuu (Acosta, Roslin); Nación wayuu (Martínez y Hernández; Gutiérrez, Anny; Fajardo, Remedios; Junta Mayor Autónoma de Palabreros Wayuu; Asociación Wayuu Araurayu; Barros, Isaac; Gobernación de la Guajira; Mesa Técnica Departamental de Etnoeducación; Ministerio de Cultura; Múnera Gustavo; Grisales, Germán, Mesa Nacional de Concertación, Cuesta, Alexa; Ortiz, Luisa …).
La lista de autores, por supuesto, no es absoluta, los términos tampoco. He omitido intencionalmente “etnia” y “cultura” para no alargar la lista. En dos documentos recientes se reitera el uso de la expresión “Nación Wayuu” así: Plan Especial de Salvaguardia del Sistema Normativo Wayuu, 29 referencias en 44 páginas, y Anaa Akua’ipa: Proyecto Etnoeducativo de la Nación Wayuu, 72 referencias en 90 páginas.
Los autores y las diferentes publicaciones coinciden en que la “comunidad wayuu”, “la sociedad wayuu” o “nación wayuu” habita los dos estados nacionales (Colombia y Venezuela) y no se reconocen fronteras; se comparte una misma lengua, un sistema cultural propio, un territorio, un sistema de creencias común, un sistema normativo, unas autoridades tradicionales, unas autoridades espirituales y morales, unas formas de relación basadas en el matrilinaje, un pasado de resistencia, apropiaciones de elementos como recurso para resistir… Para la Comisión Coordinadora de la Junta Mayor Autómona de Palabreros la Nación Wayuu “es el resultado de un largo proceso histórico de saber milenario, en el cual se ha construido un pensamiento, una lengua y una tradición en el territorio ancestral de la península de la guajira…”.
Nos describen y nos describimos en tiempo pasado, con el lenguaje de la nostalgia de los indígenas de frontera, como detenidos en el tiempo a la espera de ser descolgados por redentores que aunque probablemente (probabilidad mínima, pero probabilidad al fin) hablen wayuunaiki, probablemente (probabilidad alta) piensen en alíjunaiki.
En cambio, para los dueños de la palabra, los depositarios de las últimas semillas de nuestra historia, somos mucho más que todo lo escrito y descrito sobre nosotros. Con motivo de la inclusión del Sistema Normativo Wayuu aplicado por el Palabrero en la Lista Representativa de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el 16 de noviembre de 2010, esto expresaban tres portadores de nuestra tradición milenaria:
José Manuel Pana: “Shia woushükat tüü mmakat, otta müshia chii juyakai nia watushikai, nojoirre juyá nojotsü kasain süpünajüin wayuu saujee tüü woushükat, kepijainkalü wayaa. Shipijain wayaa tüü mmakat, tüü woushükat. Nojotkalü annain süpüla woika, sau’u neerrü, sümüin alíjuna. Wayatainjatü achirrua sünain woutkajain suluu sukuauaipa wanee ananijatüin sukuaipa watüma shia. Iseyüiya chii watushikai, anuu nuwawala joutay ajunashi nüchiki iiwa. Ejeerrü apünakaja joluu. Nüntapaa chiií watushikai juyá... Niaa akumajakai akuaipa anaá. Shimainsaya tia, tüü alatakat, tüü yarrütsü munakat joupunaa tüü woumainka…” = “Mma (Tierra) es nuestra abuela y Juyá (Lluvia) nuestro abuelo. Si juyá no existe los wayuu no tendrán que sembrar sobre nuestra abuela (Tierra), la que nos cría. Somos criados por la tierra. La tierra es nuestra abuela, por eso no es bueno venderla, por dinero, a los alíjuna. Debemos trabajar por ella (La tierra), reuniéndonos para construir un bienestar para nosotros. Ya viene nuestro abuelo Juyá, se siente el aliento de Joutay (viento), anunciando a Iiwa, habrá buena siembra. Cuando venga Juyá… Él es quien construye el bienestar. Ciertamente, sabemos que están sucediendo sucesos turbios (sucios) sobre la superficie de nuestra tierra…”
Sergio Cohen: “…wayuu wayalai, waüyeekat tia shia tüü shiipünalakat wayuu laülayu wapüshi. Tüü naa watushiyuukana, tüü nojolikanü werrajüin, waüyekat tialai, tüü waüyekat walüüjuain weitajüin maütpüna yala. Jalainjatü wapunajüin tu waüyekat?. Tüü waüyekat wapünajetka nain tüü tepichikat… shia waüyekat anülia tiayalai” = “Somos wayuu y nuestra semilla es lo que nos dejaron los viejos wayuu, nuestra familia. Aquellos abuelos que nunca conocimos, esa es nuestra semilla. Donde esta esa semilla ahora, donde dejaremos esa semilla, donde la sembraremos?, Esta semilla la sembraremos en las conciencias de los niños… eso es lo que llamamos nuestra semilla”.
Edicto Barroso: “Jülüja jain, tüü waüyekat weikajeinjantka jümüin müima joolu. Jüpünajawetka watta wachiki. Tüüyalai nojotsü nüpülajatüin nümüin wanee nümüiwa, wapülajatü wapüshuwalei tüü. Müinka erreje jaain koutajatü jüpula, japajüinjatü…” = “Presten atención a la semilla que queremos sembrar en ustedes, para que ustedes la siembren también, mañana, cuando ya no estemos. La semilla que queremos contar no es para un solo individuo, es para todos nosotros. Si les importa, entonces guarden silencio y escuchen…”
Después de estas palabras de bienvenida al relato de nuestra historia (en wayuunaiki), vendrían interminables noches de narraciones de lo que somos como Nación; las mesas temáticas, los paneles, los foros, los comités, las relatorías, los informes de comisión, los equipos de trabajo, las mesas de concertación, los procesos organizativos, dormirían en los informes y documentos que los crearon para vender hacia afuera la imagen de luchas inexistentes…
IGNACIO MANUEL EPINAYU PUSHAINA
C.C. 5.185.122
martes, 3 de enero de 2012
LOS JOVENES EN LOS PROCESOS SOCIALES, MÁS ALLÁ DE LOS DISCURSOS PROSELITISTAS.
Hablo de tus jóvenes, de mis jóvenes, de nuestros jóvenes.
A propósito de tres noticias que he leído: radicación del proyecto de estatuto de la juventud en el congreso de la república de Colombia, un informe de la ONU sobre el embarazo juvenil como una de las causas de la pobreza en América Latina y el ultimo correo de la Unesco “como los jóvenes cambian el mundo”, me atrevo a escribir sobre jóvenes.
Aunque no hay puntos en común sobre que es ser joven, y aunque yo mismo me considere joven y aún corra los 100 metros planos en 10 MINUTOS, me parece que la edad de la juventud inicia más o menos a los 16 años y finaliza a los briosos 30 (no se desanimen, que quedan unos años de coletazos de ese feliz huracán).
Lo anterior para referirme al discurso de la juventud en las campañas políticas en mi tierra natal. Efectivamente, dos campañas han hecho uso del discurso de la juventud, con el mismo lema: “los jóvenes no sólo están para pegar afiches”. El tema de la juventud no es solo proselitista, va más allá de las elecciones de octubre, es mucho más que un discurso y un eslogan de campaña; es analizar los problemas, retos y oportunidades en el cual se encuentran inmersas las realidades de los jóvenes (alcoholismo, prostitución, desempleo, exclusión social…), se requiere realizar el análisis, formulación y ejecución de una política pública real, con la participación activa y voluntaria (sin sectarismos, sin prevenciones!) de los jóvenes, incluyendo la creación de una oficina en cabeza de un joven!.
Uribia necesita de jóvenes que puedan criticar su entorno y contribuir a mejorar las condiciones sociales y económicas, es necesario aprovechar ese valioso recurso que son las energías y ganas de cambiar el mundo que tiene la juventud (hombe, yo también tuve 20 años!). Implica mirar a los jóvenes desde sus potencialidades, saber que les gusta y cuales son sus talentos, y como ese gusto y ese talento puede aportar en la construcción de una sociedad más incluyente y menos indolente con los excluidos.
No se necesita de una masa acéfala que replique modelos anticuados y mañosos; actuar con miopía, cacicazgos y egoísmos propios del siglo XX no es el camino para construir el presente y futuro de Uribia. Es necesario analizar y construir el modelo de sociedad que los jóvenes actuales quieren para las nuevas generaciones; implica desarrollar estrategias de emprendimiento, uso del tiempo libre, desarrollo de competencias y habilidades. Un trabajo nada fácil que no depende exclusivamente de la administración municipal, sino de los diferentes actores sociales, políticos y económicos de Uribia.
De manera que si bien es cierto que los jóvenes no están “sólo para pegar afiches” (frase de combate de jóvenes urbanos, donde es común pegar afiches y no de la costa caribe, donde se pintan paredes en los lanzamientos de discos y la promoción de candidatos), tampoco están para ser usados hasta el 30 de octubre y volver a caminar las calles de Uribia como después de un festival…
IGNACIO MANUEL EPINAYU PUSHAINA
C.C. 5.185.122 Uribia.
ELLOS REPITEN LO MISMO Y NOSOTROS LO ACEPTAMOS COMO DESTINO: URIBIA CON DOS GENERACIONES EN EL ATRASO.
Compadre, ayúdame con tu voto, te voy a tené en cuenta cuando gane”, un candidato.
Con “diecinueve (19) hallazgos administrativos, once (11) de ellos con alcance disciplinario, los cuales serán trasladados a las autoridades competentes; y dos (2) funciones de advertencia”, por presunto mal uso de las regalías directas de la vigencia 2009 (Informe de de auditoría Gubernamental de la Contraloría Delegada para el sector de Minas y Energía); presunto detrimento patrimonial en el uso de los recursos del Sistema General de Participación cercano a los mil millones de pesos (Periódico Al Día, 1 de agosto de 2011; vease además: http://www.diariolanoticia.com/generales/regionales/5251-uribia-podria-perder-el-manejo-del-sistema-general-de-participacion.html), con un deplorable sistema de alumbrado público, escasez de agua en los hogares más humildes y necesitados y múltiples problemas sociales y económicos, culmina la administración actual y se inicia la lucha por la alcaldía de Uribia con 4 candidatos del pueblo.
Cuatro candidatos que aunque quieren ser distintos se parecen en muchos puntos: el desprecio por la gente del común, sólo se habla con los líderes (léase caciquitos electoreros); sin programa político que sustenten porque quieren ser alcaldes, aunque algunos enuncian tímidas propuestas, no dicen cómo hacerlo (Biblioteca digital, sin antes hablar de cómo solucionar el tema de conectividad); culpan a loscachacos (gobierno central) de los posibles males de una eventual alcaldía, “los cachacos se llevan nuestras regalías, nos dejan sin plata”, dice uno; andan en toyotas-burbuja (con placas venezolanas para ejercer soberanía nacional) con vidrios polarizados y pocas veces caminan por las calles de Uribia y para acceder a ellos hay que pedir cita; hay que ofrecerle los votos, no son ellos los que buscan al electorado; dos de ellos han trabajado con la administración municipal en diferentes instancias (consejo y alcaldía) y uno es candidato de la administración, uno acude a la juventud para promocionarse haciendo uso de las viejas prácticas tradicionales, otros a su condición de wayuu, pero nunca se ha escuchado un discurso en wayuunaiki y de reivindicación de lo wayuu…
Mientras con caminatas y tomas de calle, caravanas de carros y equipos de alto sonido, ellos (los candidatos) muestran su “trabajo”, la falta de agua es desesperante, la falta de empleo es tan cotidiana como el sol que quema inclemente la espalda de los ciclotaxistas, los wayuu (los “radicales sencillos” de Maleiwa Habla) son olvidados hasta por sus propios líderes (realicé alrededor de 30 entrevistas que lo sustentan), ellos son los ignorados e ignoran el sentido de esta fiesta proselitista, los ingresos por regalías se han reducido, la contratación ha carecido de planeación, organización, dirección y control, el municipio no cuenta con un inventario actualizado de sus bienes devolutivos, la información catastral es inexistente, la evasión de impuestos es normal, la página web es obsoleta y redundante, las redes de acueducto y alcantarillado tiene serios problemas de obsolescencia (fuente: http://www.roboroz.ca/uribiafiles/uribia-general.htm). De tal manera que Uribia se encuentra sumido en un retraso social, cultural y económico de dos generaciones, lo digo con la certeza de volver a jugar futbol y hacer cometas con los hijos de aquellos niños que dejé hace 18 años…
Desde ese lejano 1993, me parece haber visto los mismos problemas y las mismas promesas, me parece también ver las mismas caras resignadas a presenciar esta periódica fiesta electoral... Mientras tanto en una pared, en Manaure hay un aviso que dice “Se vende agua dulce de Uribia”, mientras tanto las mantas y sombreros ondean detrás de los carros de los candidatos y un presentador anuncia emocionado la llegada de otro candidato como si narrara un partido de futbol… Es Uribia, “la tierra de los chinitos”, “la tierra que brilla”, donde “llueve arena”, visítenla antes de que se acabe en la miseria de sus propios sueños y la prosperidad de las realidades ajenas…
IGNACIO MANUEL EPINAYU PUSHAINA
C.C. 5.185.122 Uribia
NO SOLTAR LA PALABRA, NO SILENCIAR NUESTRA HISTORIA
Hay palabras calientes y palabras frías; palabras desafiantes y palabras apacibles…
Un criador y adiestrador de caballos de carrera, un fabricante de instrumentos musicales tradicionales, un comerciante, un experto en plantas curativas (no es médico tradicional o chamán), un transportador en medio del desierto, un líder político.... Cada uno tiene al menos una destreza en la ejecución de un instrumento tradicional o un baile o es narrador de historias. A pesar de los diferentes oficios ejercidos en su cotidianidad, los une la pasión y la autoridad por la palabra. Son los palabreros (pütchipüü), la última reserva moral del universo cultural wayuu.
Es la palabra (Pütchi) el refugio y el cuartel donde se edifica el inmenso imperio cultural llamado “Sukuaipa Wayuu” (“la manera wayuu”), también es el vehículo mediante el cual se construyen hermosas frases y metáforas de este mundo que se resiste a ser igual a todos, esas mismas metáforas que explican la armonía del sistema normativo wayuu. Y son los palabreros los principales exponentes de ese sistema normativo. Hay palabreros que usan lenguajes poéticos, filosóficos, históricos, anecdóticos, genealógicos, mitológicos… Hay palabreros con gafas, sombreros tradicionales y el tradicional asheipalaa (nada de sheipara!) que visten de manera ceremonial en diferentes eventos (visitas, reuniones, arreglos, llevar o traer palabra, fiestas, velorios…), llevan su atuendo con la cotidianidad de sus palabras, con la sencillez y contundencia de sus argumentos.
Con la paciencia de los años, van construyendo a través de sus experiencias el esquema adecuado para solucionar controversias, malos entendidos, agresiones, violaciones a principios de convivencia y respeto entre clanes. No cualquiera (aunque muchos lo quisieran) tiene la valentía de cargar en sus hombros la responsabilidad histórica de mantener la armonía social entre los clanes y sus individuos: se necesita tener la entereza para recibir malos pensamientos de los inconformes (Alerrajaa), la paciencia para mediar entre las exigencias de los afectados y la intransigencia de quienes han de compensar las faltas cometidas.
Hilan sus argumentos e ideas marcando la tierra con sus “bastones de la palabra”, siendo para ellos importante reunirse bajo la misma enramada, para intercambiar palabras y escupir la misma tierra que marcan. Los niños revolotean juguetones y las mujeres asienten para reforzar una historia o un testimonio contado. Los jóvenes escuchan y marcan cada pausa, cada gesto…son jóvenes que escuchan, pero hablan poco el wayuunaiki, ya les vendrá el turno de asumir el reto de no permitir que se suelte la palabra.
Extrañan (Asukaawa) reunirse, palabrear, recordar como cuando jóvenes también usaban la palabra para arrancarle un destello de sonrisa a la vida. Han perdido sus chivos en su ausencia y aún así siguen insistentemente en la tarea de reunirse en torno a la palabra, piden al unísono espacios donde esparcir la palabra, porque sienten que ya están próximos los días en que silenciarán sus voces (no es fatalismo!). Quieren evitar que el viento se lleve las palabras, por el contrario la quieren acunar en los oídos y la conciencia de las nuevas generaciones y así evitar que esta bella historia termine en el reino del silencio.
Insisten en “no soltar la palabra”. No soltar la palabra… escuchar atentamente, agudizar los sentidos y reposar el alma para entender cada palabra pronunciada, cada metáfora construida, estar atentos a los detalles, a las expresiones y contemplar como el mundo se detiene con la fuerza de las palabras. No hacerlo implica correr el riesgo de perder la mejor palabra, la mejor frase expresada, la mejor idea lanzada al aire…
Ellos (nosotros si?), no necesitan de diplomas o certificaciones que los acredite como maestros de la palabra, no necesitan de códigos o leyes escritas para sostener nuestra historia; tampoco necesitan migajas institucionales, han probado que con el aporte voluntario y solidario (eitirra) pueden reunirse en torno a la palabra; tan sólo necesitan que las nuevas generaciones no suelten la palabra.
El mejor homenaje desde nuestra cotidianidad, es el respeto hacia ellos, ese respeto inculcado desde los albores de nuestra existencia. Que los cargos, los títulos y los logros de lo alíjuna no permitan que nos “igualemos” a ellos; si irrespetamos a los mayores de hoy estaremos autorizando a los niños para que irrespeten a los mayores que seremos mañana…
Mientras se escribe un informe a un organismo nacional o internacional en nombre de los “viejos”, se edita una cartillita, se plagia un proyecto, se pinta una pared para ser fotografiada, se redacta esta nota o Maleiwa Habla insulta al mundo y sus alrededores; ha nacido un potrillo, han brotado las hojas de plantas curativas, el comercio espera, las mantas y wayucos esperan ser transportados y una flauta espera ser afinada… Mientras eso sucede, la palabra revolotea inquieta por todos los rincones del territorio ancestral, esperando ser escuchada para recrear una vez más la grandeza de nuestro destino como Nación.
Amigos de todas las generaciones y linajes: no soltemos la palabra, contemos-le a nuestros hijos, nietos y sobrinos que la palabra espera y no quiere ser soltada…
IGNACIO MANUEL EPINAYU PUSHAINA
C.C. 5.185.122
UN FESTIVAL DE LA CULTURA WAYUU CON MUCHOS ACORDEONES
A mis amigos, con quienes compartí palabras y abrazos…
Es viernes y llegué a la tierra que brilla con la expectativa de leer el festival versión 2011, leerlo de forma desprevenida como lo haría cualquier visitante que no ha leído la nota de Maleiwa Habla (“el festival de la cultura wayuu?”), después de todo llegar prevenido implicaba el riesgo de aguar la fiesta y agua es lo que sobraba en Uribia…
Bienvenidos al festival!. Águila-sin-igual-y-siempre-igual, patrocinador oficial. Con ventas al menudeo, al por mayor, en las enramadas, en los puesticos de cerveza, en cavas, en mochilas, en la caseta misma de Águila… El primer mensaje de cortesía: “el que se sienta en las sillas, tiene que consumir…”. Y suenan los tambores en el concurso de la kasha, también el concurso de instrumentos tradicionales; luego la lucha libre con jurados wayuu y el desorden de los delegados y organizadores. Entre tanto las enramadas son sometidas a procesos de impermeabilización, porque a pesar de la lluvia de la tarde, los chivos, las cervezas (Aguila!), el olpar, están listos para ser degustados por ilustres visitantes y también no ilustres que tengan plata.
Ha dejado de llover, por ahora, y es necesario esquivar los charcos de agua, porque se ensucia la pinta…
Y suenan los acordeones!, en un frenesí nocturno, con la complicidad de la lluvia que ha dejado de caer, se presentan 6 conjuntos vallenatos (sin contar los teloneros) de primer nivel, los de moda, los que lanzaron discos, después de todo el festival se sabe si es bueno cuando llegan los grupos musicales de moda… Y para qué tantos conjuntos de moda?. En primer lugar la gente puede tener hambre, sed, puede estar pasmada, pero si le ponen diversión y distracción se obnubila y olvida sus tragedias personales. En segundo lugar, sirvió para promocionar amplia y sin asomo de rubor al candidato de la actual administración, después de todo “Uribia sabe lo que quiere”. Cierto: no hay proyecto, ni programa, ni ideas claras, no hay discursos ni argumentos, pero hay candidato y plata…
El concurso de las majayut, con participantes de diferentes rincones de la nación wayuu, prueba que las nuevas generaciones wayuu han investigado sus historias y tradiciones, y las exponen con orgullo. Con la exhibición de yonna, se demostró una vez más que la sensualidad de la mujer wayuu es mágica y ensoñadora, los coqueteos son sutiles, muy lejanos de la sonrisa boba de los bailes ensayados… Habrán notado los jurados ese lenguaje poético?. Ganó Siapana, pero en mi concepto las candidatas de la Escuela de Policía (Escuela Caporinche, el de la historia, no el que se suicidó en facebook) y del Estado Zulia eran las mejores.
Sigue lloviendo, ni modos, hay que meter los pies en los charcos…
Los eventos académicos fueron lo más valioso, en mi concepto, en esta versión del festival. En la primera parte, sobre el sistema normativo wayuu se dieron cita grandes académicos (nuestros!) y personalidades, con puntos de vista que enriquecen y esclarecen el tema del Sistema Normativo Wayuu, la declaratoria, el papel presente y futuro de la Junta Mayor Autónoma de Palabreros. Palabras a favor y en contra, comentarios y propuestas intolerantes de participantes que se resisten a una probable pérdida de hegemonía con la entrada de un sistema normativo wayuu en Uribia. Voces que desconocen la territorialidad ancestral y la presencia de un 95% de wayuu habitando la capital indígena de Colombia. No asistí al segundo evento (medios de comunicación), pero según me cuentan hubo una férrea defensa de los realizadores, gestores y profesionales indígenas en la materia, el mensaje: “nosotros y nadie más que nosotros puede transmitir con fidelidad, la visión indígena”.
Y la lluvia que no para de llover durante el día, los destapadores tampoco…
Tres días de parranda, tres días de mantas y mochilas… mientras tanto, los personajes anónimos de este espectáculo siguen siendo los wayuu, los lidercillos los representan, es el peligro de la representatividad. Ellos, los wayuu, caminan como fantasmas invisibles ante la mirada de turistas y visitantes del festival, sonríen tímidamente ante semejante espectáculo realizado en su nombre. “Sainjala alíjuna” (Es cosa de los alíjuna), afirman.
Es lunes festivo, la lluvia ha parado, el sol trae en sus rayos una ola de calor que seca los charcos y el techo de las enramadas desoladas; latas y botellas invaden la plaza Colombia, los borrachos deambulan por la plaza buscando con que mitigar el guayabo; otros no alcanzaron a salir de la plaza y duermen plácidamente, después de todo el festival se da una sola vez en el año.
Mientras tanto, en un extremo de la plaza un borracho duerme bajo el inclemente sol, abrazado a su bicicleta, con un pie metido en el charco de agua…
IGNACIO MANUEL EPINAYU PUSHAINA
C.C. 5.185.122