A la seño Ana C., por su amable saludo de bienvenida…
Fui a Uribia a cumplir mi cita con la memoria, con mis raíces, a confirmar que somos sueño, somos memoria y somos uno, a reafirmar la semilla que somos en la consolidación de la nación wayuu, un largo viaje de 1.200 kilómetros por carretera, mi lejana distancia del liderazgo no me da aún para las millas de Avianca. Pasé por los montes del Tolima buscando en cada resquicio la sonrisa de la hermosa pulowi que no me deja dormir con el recuerdo de su blanca piel, su frondoso y largo cabello y su voz y risa de niña.
Con los profundos huecos de la carretera en el trayecto de Orroko, llegué a mi octavo viaje a Uribia (gracias Mao) en menos de 1 año; me entrevisté con los míos, y aún pude ver la cordialidad de la gente, la resignación eterna, el andar tranquillo bajo el sol... Admiré las caras preocupadas de los nuevos pobres, las casas campestres tienen que esperar su terminación mientras se redefinen estrategias para ver cómo se saca la plata que se invirtió en la campaña pasada. Las 14 promesas de campaña que escuché de viva voz del candidato y que aún conservo en mis apuntes están lejos de ser cumplidas, que vaina!. Uribia 77 años mostrando al mundo su esplendor…
Participé en la capacitación del Ministerio del Interior. El altoparlante del carrito invita a las autoridades tradicionales y representantes de las asociaciones de autoridades tradicionales. Llegué a las 8 y media en punto, saludé a muchos viejos con la reverencia que me enseñaron desde niño. Tomé tinto mientras colgaban un chinchorro en la pared del auditorio, tiraban uno más sobre la mesa, un pedazo de cardón fue arrancado y puesto de prisa en un improvisado florero. Olvidaron los organizadores que la cultura wayuu es mucho más que mantas y mochilas. La asesoría es gratis: también hay hermosos pellones que hasta Bancolombia conoce, hay hermosas cerámicas y muñecas de barro, que por fortuna desconoce Expoartesanías.
El evento comenzó a las 9 y media. El auditorio estaba conformado en un 85% por ancianos wayuu (ABG Producciones hizo la grabación del evento). El alcalde saluda a todos en alijunaiki, se lamenta por la seguridad alimentaria y educación de los niños wayuu: no hay refrigerio escolar, tampoco contratos para la educación, los profes no tienen carros para ser llevados a los colegios y los contratistas no pueden llevar refrigerios a las escuelas…”Que Dios nos bendiga”. Yo por el contrario pienso que la seguridad alimentaria es otra cosa, es un tema para otra nota.
Señores, arrancó la capacitación: “Ya Nacho, deja de escribir en ese celular y ponle cuidado al doctor. Nombe, al doctor que llegó de Bogotá!. Eche doctor, pero eso ya lo dijo en junio pasado!, alguien que traduzca porque están pidiendo que le expliquen a los señores que no entienden español. Pero doctor, si la invitación era para ellos, porque no cayeron en cuenta que ellos no hablan español?. Que vá!, yo no hablo de la improvisación de la actual administración, digo la improvisación de este evento. Ajá y como les digo cofinanciación?, ya se: acofinanciaja!, ya está…”
Y comienzan las opiniones y cuestionamientos. Que quién tuvo la culpa, que quién debió hacer esto o aquello, los proyectos, el contrato de administración, las cuentas independientes, el resguardo, mi comunidad, tu comunidad, faltaron tanques y láminas la vez pasada, doctor dígame si el titulo de mi proyecto está bien redactado… Alguien del auditorio se levanta y dice en español: “ahora si vamos a hacer las cosas bien”, yo solté la risa, pero la afirmación era en serio, lo entendí porque nadie más se rió.
Llegó el refrigerio, luego mi compadre Dio… y ya me fui a palabrear…
También fui a misa, eche, era el primer aniversario!. Ese día me preguntaba porque la iglesia se llamaba Inmaculada Concepción y tenía sobre el campanario la estatua de Cristo Rey, y ahora hay dos Cristo Rey: uno que es restaurante y una estatua cortada en varias partes que están en el pasillo de la iglesia… al momento del saludo de la paz, una mueca “oficialista” fue reemplazada por el supuesto saludo de reconciliación que yo esperaba de alguien de la fila de adelante. Perdónalos señor, aunque ellos si saben lo que hacen…
Para terminar esta nota: fui al San José a ver un partido de la “Copa de Verano San José”, entre los veteranos y el equipo de Anselmo Acosta. Saludé a Kinchon, comí boli de chocolate, me senté en el quinto y último escalón de la gradería, la brisa que no para llenarnos los ojos de arena: “ese juez ta vendío, el no ve ná porque tiene gafa’e cuero…”, buen partido. Hay potencial para sacar buenos futbolistas en Uribia, ahora faltan dirigentes que lo hagan de forma seria y organizada.
Quedaron asuntos importantes por hacer: la visita a Eli en Manaure, la entrevista con Leonel en Palawaipou, el viaje a Uchumüin (vergación!), el tinto en la casa de Martha, más deudas por saldar…
Imágenes captadas por el autor entre el 5 y el 14 de marzo de 2012.
IGNACIO MANUEL EPINAYU PUSHAINA
C.C. 5.185.122
Celular: 321 228 59 11
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