miércoles, 11 de enero de 2012

LA NACIÓN WAYUU: SEMILLAS MILENARIAS O DESCRIPCIONES DE LOS OTROS?

“Escribe esto, alíjuna, para que nuestros nietos de pantalón lo lean algún día…” M.P.

Realizando una rápida revisión de las publicaciones que conformarán la colección del Centro de Documentación de la Nación Wayuu (Nación Wayuu, sin apellido!), he identificado los principales términos con los cuales los otros y nosotros describimos a lo wayuu:

Pueblo wayuu (Onic, Martínez y Hernández, Donato, Luz; Gutierrez, Anny; Uriana, Remedios; ONU, Amodio, Emanuele; Castillo, Javier; Cerquera, Carlos; Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación; Colmenares, Ricardo; Fajardo, Remedios; Fuenmayor, Nila; Govea, Violeta; Mato, Daniel; Morillo, Alonso; Mussat, Héloïsse; Ortiz, Luisa; Patiño, Tania…); Nación guajira (Martínez y Hernández); Nación de bárbaros (Alcedo, Antonio de); Sociedad wayuu (Martínez y Hernández, Alarcón Puentes, Johnny; Carrasquero, Angela; Cerquera, Carlos; Epinayu, Ignacio; Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación; Delgado y Mercado; Guerra, Weildler; Finol, José; Fuenmayor, Nila; Morales, Edixa; García Gavidia, Nelly; Moreno Blanco, Juan; Nájera, Mildred; Paz Reverol, Carmen; Segovia, Yanet…); Comunidad Binacional Wayuu (Acosta, Roslin); Nación wayuu (Martínez y Hernández; Gutiérrez, Anny; Fajardo, Remedios; Junta Mayor Autónoma de Palabreros Wayuu; Asociación Wayuu Araurayu; Barros, Isaac; Gobernación de la Guajira; Mesa Técnica Departamental de Etnoeducación; Ministerio de Cultura; Múnera Gustavo; Grisales, Germán, Mesa Nacional de Concertación, Cuesta, Alexa; Ortiz, Luisa …).

La lista de autores, por supuesto, no es absoluta, los términos tampoco. He omitido intencionalmente “etnia” y “cultura” para no alargar la lista. En dos documentos recientes se reitera el uso de la expresión “Nación Wayuu” así: Plan Especial de Salvaguardia del Sistema Normativo Wayuu, 29 referencias en 44 páginas, y Anaa Akua’ipa: Proyecto Etnoeducativo de la Nación Wayuu, 72 referencias en 90 páginas.

Los autores y las diferentes publicaciones coinciden en que la “comunidad wayuu”, “la sociedad wayuu” o “nación wayuu” habita los dos estados nacionales (Colombia y Venezuela) y no se reconocen fronteras; se comparte una misma lengua, un sistema cultural propio, un territorio, un sistema de creencias común, un sistema normativo, unas autoridades tradicionales, unas autoridades espirituales y morales, unas formas de relación basadas en el matrilinaje, un pasado de resistencia, apropiaciones de elementos como recurso para resistir… Para la Comisión Coordinadora de la Junta Mayor Autómona de Palabreros la Nación Wayuu “es el resultado de un largo proceso histórico de saber milenario, en el cual se ha construido un pensamiento, una lengua y una tradición en el territorio ancestral de la península de la guajira…”.

Nos describen y nos describimos en tiempo pasado, con el lenguaje de la nostalgia de los indígenas de frontera, como detenidos en el tiempo a la espera de ser descolgados por redentores que aunque probablemente (probabilidad mínima, pero probabilidad al fin) hablen wayuunaiki, probablemente (probabilidad alta) piensen en alíjunaiki.

En cambio, para los dueños de la palabra, los depositarios de las últimas semillas de nuestra historia, somos mucho más que todo lo escrito y descrito sobre nosotros. Con motivo de la inclusión del Sistema Normativo Wayuu aplicado por el Palabrero en la Lista Representativa de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, el 16 de noviembre de 2010, esto expresaban tres portadores de nuestra tradición milenaria:

José Manuel Pana: “Shia woushükat tüü mmakat, otta müshia chii juyakai nia watushikai, nojoirre juyá nojotsü kasain süpünajüin wayuu saujee tüü woushükat, kepijainkalü wayaa. Shipijain wayaa tüü mmakat, tüü woushükat. Nojotkalü annain süpüla woika, sau’u neerrü, sümüin alíjuna. Wayatainjatü achirrua sünain woutkajain suluu sukuauaipa wanee ananijatüin sukuaipa watüma shia. Iseyüiya chii watushikai, anuu nuwawala joutay ajunashi nüchiki iiwa. Ejeerrü apünakaja joluu. Nüntapaa chiií watushikai juyá... Niaa akumajakai akuaipa anaá. Shimainsaya tia, tüü alatakat, tüü yarrütsü munakat joupunaa tüü woumainka…” = “Mma (Tierra) es nuestra abuela y Juyá (Lluvia) nuestro abuelo. Si juyá no existe los wayuu no tendrán que sembrar sobre nuestra abuela (Tierra), la que nos cría. Somos criados por la tierra. La tierra es nuestra abuela, por eso no es bueno venderla, por dinero, a los alíjuna. Debemos trabajar por ella (La tierra), reuniéndonos para construir un bienestar para nosotros. Ya viene nuestro abuelo Juyá, se siente el aliento de Joutay (viento), anunciando a Iiwa, habrá buena siembra. Cuando venga Juyá… Él es quien construye el bienestar. Ciertamente, sabemos que están sucediendo sucesos turbios (sucios) sobre la superficie de nuestra tierra…”

Sergio Cohen: “…wayuu wayalai, waüyeekat tia shia tüü shiipünalakat wayuu laülayu wapüshi. Tüü naa watushiyuukana, tüü nojolikanü werrajüin, waüyekat tialai, tüü waüyekat walüüjuain weitajüin maütpüna yala. Jalainjatü wapunajüin tu waüyekat?. Tüü waüyekat wapünajetka nain tüü tepichikat… shia waüyekat anülia tiayalai” = “Somos wayuu y nuestra semilla es lo que nos dejaron los viejos wayuu, nuestra familia. Aquellos abuelos que nunca conocimos, esa es nuestra semilla. Donde esta esa semilla ahora, donde dejaremos esa semilla, donde la sembraremos?, Esta semilla la sembraremos en las conciencias de los niños… eso es lo que llamamos nuestra semilla”.

Edicto Barroso: “Jülüja jain, tüü waüyekat weikajeinjantka jümüin müima joolu. Jüpünajawetka watta wachiki. Tüüyalai nojotsü nüpülajatüin nümüin wanee nümüiwa, wapülajatü wapüshuwalei tüü. Müinka erreje jaain koutajatü jüpula, japajüinjatü…” = “Presten atención a la semilla que queremos sembrar en ustedes, para que ustedes la siembren también, mañana, cuando ya no estemos. La semilla que queremos contar no es para un solo individuo, es para todos nosotros. Si les importa, entonces guarden silencio y escuchen…”

Después de estas palabras de bienvenida al relato de nuestra historia (en wayuunaiki), vendrían interminables noches de narraciones de lo que somos como Nación; las mesas temáticas, los paneles, los foros, los comités, las relatorías, los informes de comisión, los equipos de trabajo, las mesas de concertación, los procesos organizativos, dormirían en los informes y documentos que los crearon para vender hacia afuera la imagen de luchas inexistentes…

IGNACIO MANUEL EPINAYU PUSHAINA
C.C. 5.185.122