Ella dará continuidad a nuestro linaje, Él estará dispuesto a defenderlo…
Hace pocos años un Vicepresidente, sin más mérito que el cargo mencionado, mostró en la TV una famosa una manilla que llamó la “manilla wayuu”. Desde entonces la manilla se popularizó entre yupies y empresarios que las portaban sin conocer su significado cultural.
Esta es la forma de la manilla:
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Recuerdo que esa misma manilla la vi en mi tierra, sin el colorido de la bandera Colombiana, eso fue cuando en mi niñez (hace mucho!) se hablaba de un anciano de cabellos blancos, que llegó a la tierra y bajó de un rayo a pedir que se hicieran muchas yonna (baile wayuu) a lo largo y ancho de la península de la guajira para que lloviera en abundancia. Ya en tiempos recientes me explicaron que el tejido de la manilla se asemeja a la estructura de los linajes wayuu: el hilo (infinito) representa a la mujer wayuu y los palitos (limitados en su extensión) representan a los hombres wayuu. Lo primero le da continuidad a los linajes, por medio de la reproducción social basada en el matrilinaje; lo segundo, es decir los hombres, están dispuestos a defender los linajes, aunque les toque ir a la guerra, con lágrimas en los ojos.
Sin embargo, hoy cuando se discute sobre el papel del hombre y la mujer en la sociedad wayuu, llama la atención la forma como se quiere conceptualizar desde lo alíjuna el papel de la mujer en la construcción de nuestras historias familiares. Al respecto diré que en los wayuu que viven en la inmensidad del desierto, importa poco o nada, el papel que cumplen en la defensa de los linajes, sólo cumplen el papel que la historia les ha otorgado: ella para dar continuidad a los linajes, ellos (yo también!) para defenderlos.
Creo también que hay muchos problemas más importantes en nuestra sociedad. El fortalecimiento de la lengua, a partir de diálogos intergeneracionales en las noches de luna llena y no en tallercitos; fortalecer el nuevo liderazgo wayuu sin las prácticas viejas de crear organizaciones personalistas y con borregos detrás; crear cartillitas y materiales para crear conciencia e identidad nacional, más que cartillitas y vídeos para justificar “recursos” a entidades externas.
Si aún así no nos ponemos de acuerdo, estoy convencido de que todos los días nacerán niños y niñas wayuu para defender su papel histórico, en memoria de quienes al mismo tiempo abandonan esta tierra rumbo a Jepirra.
A Kosho (3 años) y Patri (2 años), les digo que ustedes no escogieron nacer como wayuu, tampoco escogieron ser niño o niña, pero tienen también la opción de hacer de nosotros una gran nación; a los que conceptualizan les digo que tenemos la opción de crecer hacia dentro como nación, y no hacia fuera como farándula…
@Ignacioepinayu
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