Morimos tres veces o somos eternos viajeros de varias dimensiones?
Estoy en la tierra donde siempre quisiste que nos encontráramos. Llegué de forma imprevista, como siempre lo hacía para sorprenderte, sólo que esta vez el sorprendido fui yo. En esta visita se quedaron preguntas sin respuestas, sueños sin interpretar y muchas voces ahogadas en llanto. Supongo que a otros les pasará lo mismo cuando yo recorra tus pasos por los caminos hacia Jepirra…
No quisimos que tu última morada fuera San Cayetano (el cementerio de Uribia), no eres alíjuna, eres de nosotros y ahora descansas con los nuestros en nuestro cementerio; no quisimos despedirte con la santa misa (Con todo respeto, no creo que tu alma deba ser salvada, tu espíritu vive con quienes daríamos la vida porque estuvieras aquí), en cambio si lo hicimos con disparos al aire, como es nuestra costumbre.
Los niños fueron pasados sobre tu cuerpo inerte, para que los protejas en sus sueños, en nuestros sueños, después de todo el alivio es que todas las noches buscamos atrapar un abrazo, una sonrisa, una presencia tuya en nuestros sueños. Fuimos sueño, somos sueño, seremos sueño y te esperamos en nuestros sueños….
Qué queda de ti?. Un profundo respeto por la vida y la solidaridad a toda prueba; también una profunda convicción de la brevedad de esta vida y no tiene sentido malgastarla con peleas y envidias hacia los demás, tal vez por eso hiciste de tu personalidad un diálogo permanente, nos enseñaste que hasta en los sueños se dialoga!.
Tus amigos y conocidos han venido a tu casa a evocar los instantes vividos contigo, llegó gente de Venezuela y de todo el territorio ancestral que es tuyo y es mío; llegaron llamadas de solidaridad; en tu casa estamos durmiendo los 44 que dejaste, desde el más pequeño (5 meses) hasta el más grande (97 años), todos nos acostamos en silencio para esperar un gesto de tu presencia con nosotros. Sabemos que estás con nosotros, todo es cuestión de esperarte en nuestros sueños, para guíes nuestros pasos como siempre lo has hecho.
Desde tu partida, tu nombre es impronunciable, te llamaremos como llamaste a los que desde ahora te acompañan: Müliashii. No hay música ni TV en tu casa, hasta por un año, eso espero, porque así nos lo enseñaste.
Ilumina nuestros pasos y danos fortaleza y claridad para continuar por el camino que iniciaste, con lo que soñaste: el viaje a nuestros orígenes….
@Ignacioepinayu
1 comentario:
Es una carta hermosa... para mi es una carta, que creo que me encantaria recibir cuando parta, en donde se evoque todo lo que fui, lo que soy y lo que seré, sin importar el lugar al que trascienda.
Cuando quedan legados, no solo los corrientes, sino legados que nos identifican como comunidad o que nos unen como una sola familia, es donde entendemos que quien los deja siempre estuvo ahi para nosotros, dando la batalla para intentar construir un bienestar que nos incluyera. Creo que este es el caso de "Muliashii".
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